La Habana.- EL CUBANO Carlos Daniel Albornoz volvió a ganar y suma cuatro triunfos consecutivos en el Abierto Internacional de Ajedrez Gran Hotel Bali 2024, que este lunes tendrá doble jornada en la ciudad española de Benidorm.
Moviendo piezas blancas en una defensa Ninzoindia, el doble monarca de la Isla hizo forzó la rendición del local Sergi Mingarro en apenas 29 lances para conservar el liderazgo en el torneo con cuatro puntos y mejor desempate que el noruego Semen Mitusov y el malayo Jun Ying Tan.
Este último aparece en el tercer escalón, tras vencer al armenio Amadeus Evenshaug, y será rival de Albornoz en una quinta fecha, cuando Mitusov tendrá del otro lado al local Reinier Castellanos.
El escandinavo resolvió su pelito dominical con éxito sobre el armenio David Davtyan. Hasta el momento Albornoz, quien el próximo febrero intentará regresar al trono del clásico nacional, archiva hasta el momento una ganancia de 5,9 unidades en su Elo. De mantener el buen paso pudiera acercarse a la meta de retornar al club de quienes superan los 2 600 puntos.
Como escoltas del trío con paso perfecto figuran 12 jugadores con suma de 3,5 rayas, compartiendo los puestos del 4 al 15. En ese lote se incluyen el propio Castellanos, el ucraniano Yuri Solodovnichenko, el italiano Andrea Stella y el francés Thal Abergel.
Todos los mencionados poseen el título de Gran Maestro, lo que les convierte en presumibles candidatos para pelear por el cetro.
DING VOLVIÓ A PERDONAR
Una vez más se hizo evidente la “debilidad” sicológica del chino Liren Ding, quien prefirió no forzar una posición ventajosa para conformarse con la igualdad en la sexta ronda del match por la corona mundial contra el joven indio Dommaraju Gukesh.
La estrategia del monarca defensor sigue sin complacer a sus seguidores mientras el pulso no ha cumplido las expectativas de quienes esperaban ajedrez de más alto vuelo dada la calidad de sus protagonistas.
Ding condujo esta vez piezas blancas durante apertura de Peón Dama sellada sin vencedor a la altura del lance 46.
Rarísima fue uno de los adjetivos que mereció la partida, de acuerdo con el análisis de varios especialistas que siguen el pulso, con cierto asombro ante jugadas dudosas vistas en determinado momento. Entre esas llamó la atención el “obstinado” intercambio de damas que propuso el chino, cuando el movimiento le hacía perder la ventaja conseguida.
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