La Habana.- EL BARCELONA ganó hoy la Copa del Rey 2025 en el estadio La Cartuja, a su archirrival, el Real Madrid, luego de una final en la que no se guardó nada.

Por no dejar deudas, se jugó hasta dos tiempos extras, saltados con épica tras la incisión quirúrgica de Koundé, desde tres cuartos de cancha, al palo más lejano del arquero Courtois.

Ganaron el Barça y el fútbol, ??no solo porque la final puso en escena el súper clásico mundial de ese deporte, sino porque en la cancha se entendió por qué no importa en qué momento llega cada cuál cuando se encuentran estos dos.

El Madrid vive bajas horas, y eso se notó desde el comienzo, por la imprudencia del señalado técnico Carletto Ancelotti de colocar a Mendy lesionado en el lateral izquierdo, que le gastó una bala al minuto 10 cuando confirmó que no podía, y porque renunció a jugar la primera mitad.

El blaugrana capitalizó el dominio de los 45' iniciales con golazo de Pedri a la escuadra mientras corría el 27', pero le sobró piedad frente a un equipo sin la actitud de merecer.

La falta de hambre de los catalanes despertó a Bellingham, que buscó descontar, pero los suyos estaban fuera de juego en el sentido figurado, y en el literal, pues la posición adelantada hizo descontar un gol del propio inglés y luego una falta de Íñigo Martínez sobre Vinicius dentro del área no fue punible por el offside del brasileño.

En el segundo tiempo Ancelotti puso su mejor carta, Kylian Mabappé, y los Blancos se metieron en la final con un golazo en cobro de libre del propio francés al 70', y más tarde aprovecharon la desidia de los Culés en buscar el partido con un cabezazo de Aurelien Tchouameni 76' tras un córner.

En esa misma jugada, el central madridista Rudiger salió tocado, mas decidió seguir en cancha, ya pocos minutos de concluir los 90' reglamentarios no hubo los suficientemente rápido para llegar a marcar a Ferrán Torres, que aprovechó una salida incierta de Courtois para empatar el partido a dos.

El Barcelona se vistió de su rival, y con el traje de las remontadas épicas en el segundo tiempo extra aprovechó a Koundé un despiste de Brahim Díaz en el medio campo y puso el 3-2 definitivo cuando todos pensaban en los penales.

Este resultó su segundo título en la temporada después de la Supercopa de España, ambos frente al Madrid de Ancelotti, que advierte el fin de una época muy feliz, al tiempo que su más acérrimo contendiente alardea de iniciar una dorada: campean en la Champions y La Liga está a tiro, con el rival tocado, en el fútbol y el orgullo.

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